sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad!

En estos días, aunque no seas creyente, te invade una especie de espíritu ñoño y empalagoso que hace que hasta los más rancios parezcan un poco más dulces.

Pero no nos dejemos llevar a engaños. Esa oleada de "amor" que parece que recorre el mundo no deja de ser fruto de un merchandising brutal llevado a cabo por las grandes marcas comerciales. Parece que nos apeteciera correr al lado de nuestra familia cuando vemos el anuncio de turrón a pesar de que el resto del año renegamos de ella sin parar.

No, no me gusta mucho la Navidad lo reconozco. Soy demasiado práctica para dejarme llevar por todo esto. Creo que la Navidad debería de ir más allá de las tres o cuatro semanas en la que nos deja estúpidos y con poco margen de maniobra. Habría que esquivar ese sentido y espíritu consumista para intentar llevar la Navidad a su verdadero lugar. Habría que intentar que todos los días del año fueran Navidad. Que las buenas obras y las recaudaciones de dinero y donaciones que en estos días invaden las calles y la televisión se prolongaran durante todo el año.

Y como es Navidad y todo el mundo pide deseos, ahí van los mios:
Que ese paseante de la Puerta del Sol que da 5 euros para los voluntarios que contra el frío recogen dinero para Médicos sin fronteras, lo hiciera todos los meses del año. Que las galas benéficas de estos días, no se centraran solo en crear una escuela en Perú, sino que intentaran que esos mismos "ricos" la mantuvieran a lo largo de los años. Que tengamos presentes a los más desfavorecidos los 365 días del año y no solo ahora y porque es Navidad. Que dar sin esperar nada a cambio no sea solo una actitud de estas fechas. Que los que no tienen nada que comer, no solo en Navidad, sino todos los días del año estén presentes hoy y todos los días en nuestros pensamientos. Que la gente abra los ojos y vea que al lado suyo, en su calle, en su barrio, en su misma ciudad hay un montón de personas que viven una realidad muy alejada de las luces y los dulces navideños. Que ojala la gente pudiera pararse cualquier día del año y comprobar que la historia que hay detrás de esas personas no es algo que no pueda pasarnos a cualquiera.

No deseo nada más, bueno sí, volver a ver a mi Bollo este año que entra.

domingo, 11 de diciembre de 2011

9 de Diciembre de 2011

Hace días que no escribo nada. No es falta de ganas, es falta de tiempo. Pero hoy tengo que escribir, porque me lo pide el cuerpo pero sobre todo me lo pide el alma.

Para que os hagáis una idea de como me siento, deciros que tengo un ligero dolor en el pecho... Algo entre constante y punzante... Que el aire me llega con dificultad a los pulmones... y que me escuecen los ojos de la sal que llevan mis lágrimas.

Que egoístas podemos llegar a ser cuando consideramos que algo nos pertenece. Y que complicado puede llegar a ser prescindir de ello de forma consciente. Si os digo que parece que me hubieran metido la mano en el pecho y me hubieran estrujado el corazón, ¿os lo creeríais?

Cuando se ha sido tan egoísta que se ha llegado a deformar la realidad. Cuando te has creído tus propias mentiras y solo tu eres la principal engañada. Cuando te das cuenta que nadie se ha creído lo que tu si, ¿cómo das marcha atrás? ¿Cómo arreglo el agujero que tengo en el pecho?

Cuando salieron por mi boca las palabras que tantas veces mentalmente y en silencio había ensayado, no lloré. Creo que he llorado tantos días pensando en como decirle lo mucho que le quiero y lo mucho que le voy a echar de menos, que cuando finalmente se lo he dicho, no he vertido ni una sola de las lágrimas que ahora recorren mis mejillas al escribir estas líneas.

Callado se quedo. No supo que decirme. Pero el abrazo que me dio me lleno el alma de pena. Siempre le dije que no sabía abrazar, jaja, pero ahora reconozco que ha aprendido, el alumno a superado al maestro y encima le ha dado una lección. Ese abrazo me destrozó definitivamente.

Me alejo para no volver en mucho tiempo. Me alejo llena de amor y de pena. Me alejo con la sensación de perderle pero con la esperanza de que sea precisamente solo eso, una sensación. Me alejo pensando ya en regresar, pero regresar sanada. Regresar con la firmeza de darle lo que de verdad se merece, una amistad sincera, sin dobles lecturas, sin varas de medir distintas. Porque la mejor forma de quererle, es precisamente dejar de hacerlo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Esta noche he soñado con Pierre

Ha sido un sueño muy real porque cuando me he despertado aun conservaba esa sensación en la piel de cuando alguien te está mirando y está atravesando la piel para llegarte hasta el corazón.

Estaba esperando en la parada del autobús que cojo normalmente para ir al centro de Madrid. Aun con el sueño fresco no consigo reconocer que parada era. Subía al autobús y pedía un billete para Madrid, 2,10€. El tardaba en dármelo. Yo veía que estaba escribiendo algo en el billete, pero en la falta de cordura que tienen los sueños, ni siquera le preguntaba que estaba escribiendo, es más, creo que no me pareció ni raro. No me fije en él. Me dio el billete, avance por el pasillo y cuando me lo fui a guardar en el bolsillo me di cuenta que había algo escrito.

"Me llamo Pierre. Y creo que no voy a poder dejar de mirarte"

El billete, un trozo de papel de apenas 4x4 centímetros, llevaba escrito también un número de teléfono.

Me giré, con el corazón palpitando deprisa en mi garganta y efectivamente, se había girado en el asiento y me estaba mirando. No era precisamente el tipo de hombre que pueda llamarme la atención. Era castaño, con el pelo algo largo, pero no lo suficiente como para decir que tenía el pelo largo. Lo que me llevo a dejar de respirar por un momento y pensar que no volvería a hacerlo nunca más fueron sus ojos de un azul eléctrico y tan intensos que por un momento no vi nada más.

Creo que una vez comprobado el efecto que había causado en mi, se giró y arrancó el autobús para seguir con el recorrido. Yo me quede plantada sin poder moverme en mitad del pasillo. Era incapaz de dar un solo paso. Ni hacia delante, ni hacia atrás. Era como si mi cuerpo, mis músculos, mis nervios y mis tendones fueran de piedra. No respondían a los impulsos de mi cerebro. Y entonces él hizo lo que había prometido que haría en aquel trocito de papel. Me miró por el espejo interior del autobús y entonces supe, incluso ahora recién levantada lo sigo sintiendo, que me había rendido incluso antes de haber presentado batalla alguna.

Cuando llegué al intercambiador de Príncipe Pío en Madrid, bajé del autobús. No pude resistirme a mirar hacía su lugar antes de bajar y seguía mirándome. Siento incluso ahora, después de haberme despertado hace ya un rato, el esfuerzo que tuve que hacer para bajar de aquel autobús. Era como si hubiera una fuerza invisible que me impidiera atravesar la puerta trasera del autobús para salir a la libertad. Pero baje.

No recuerdo mucho de la parte intermedia del sueño. Esta algo borrosa y se que aparecían antiguos amigos del barrio. Gente a la que hace mucho tiempo que no veo y que no se que es de sus vidas. Esta última parte esta mucho más difusa que la primera, pero recuerdo haber subido con esos amigos a un autobús y se que lo conducía Pierre y se que yo le devolvía el billete de autobús con mi número de teléfono. Él me volvía a mirar con esos ojos azules tan bonitos, pero la sensación de impulso eléctrico se había diluido.

Recuerdo, sin tanta precisión, que a veces desconectaba de la conversación de mis compañeros de viaje para mirar al espejo del conductor, pero esta vez él ya no miraba. La sensación de decepción por no ver sus ojos reflejados en el espejo si la recuerdo.

Dos autobuses distintos, la misma persona y dos sensaciones tan contrarias. Probablemente sea una escéptica, pero no creo que exista nadie real que consiga hacerme sentir esa sensación de estar entregada y vendida como lo he sentido esta noche en mi sueño. Y es que al fin y al cabo, los sueños, sueños son.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Mercado

Iba esta tarde en el coche tranquilamente escuchando la radio cuando he decidio poner RNE1. A esa hora (5 aprox.) esta el programa de Asuntos Propios de Toni Garrido. Lo pongo porque a parte de ser bastante interesante, el presentador me pone muchísimo. Tiene una voz impresionante. Pero yo no quería hablar de esto en esta entrada.
El caso es que hoy cuando lo he puesto, estaba un oyente hablando. No se quien era porque me he enchufado tarde, pero el caso es que estaba hablando de la prima de riesgo, los mercados y demás mandangas.
El oyente en cuestión tenía una idea que a él le parecía muy buena (quizás llega un economista y me tilda de loco - decía el hombre) y que a mi sinceramente, también me lo parecía hasta que me he puesto a cenar viendo el telediario.

La cuestión es la siguiente. Hoy la prima de riesgo española se ha quedado rozando los 500 puntos, creo que finalmente estaba en 459, pero vamos, punto arriba, punto abajo, eso es una barbaridad. ¿Qué significa esto? Pues bien, significa que nos sale caro financiarnos como país. Es decir, ahora que no tenemos un duro en las arcas públicas, si necesitamos dinero, devolverlo nos va a salir por un pico. Y claro no estamos hablando de un préstamo para comprar un coche o reformar el baño, estamos hablando de muchos, muchíiiiiiisimos millones, que hoy el estado Español ha pedido y se lo han prestado al 7%.

Si te pones a echar cálculos te mareas fijo. ¿Y quien decide si se nos presta el dinero más caro o menos caro? EL MERCADO. Tanto se ha repetido esta palabra en el rato que he ido conduciendo, que me he bajado del coche con la sensación de que El Mercado era un tipo gordo, con una camisa hawaina, sentado detrás de un escritorio cutre, con una caja de pizza encima, oliendo a rancio y con un fajo de dinero en cada mano. Horrible imagen. Pero no deja de ser más o menos la realidad. El Mercado dicta que países son más solventes y cuales no. ¿Basandose en qué? En su propio beneficio. En el propio beneficio de el Mercado, de las empresas y los especuladores que lo manejan. Yo sigo sin ponerle nombre al Mercado. El caso y para no enfarrangarme mucho, lo que venía a decir el oyente era que en vez de pedir prestados, digamos, 3500 millones a un 7% de interés, porque no las grandes empresas con beneficios de este país, que todavía las hay, vease Telefonica, Santander, BBVA, IBM...etc, porque no podían ser ellas, las que en un alarde de patriotismo (que debería de haber más en este país y no solo cuando juega la Roja) nos prestasen el dinero  más barato, al 1%, al 2%.
De esta manera, decía el oyente, le hacíamos un corte de mangas al Mercado (se le iba a atragantar la pizza) y dejábamos de estar en sus especulativas manos. Seguia conduciendo y la verdad es que cada vez me gustaba más la idea de este hombre. Darle la vuelta a la tortilla (de patatas, que para eso somos españoles), hacerle un quiebro al Mercado y mandar a todos los especuladores a tomar por culo. ¡Que esto es España!
¡Spain is different! Se iban a enterar... Emocionada estaba, escuchando al hombre este.

Me parecía una idea simpleza impactante y a la vez de un calado increíble. Dejar de lado al Mercado. Sacar pecho como españoles que somos y autofinanciarnos nosotros mismos. Que ese ramillete de buenas empresas que tenemos en este país, que si señores, que aquí también sabemos hacer las cosas bien y tener grandes multinacionales, que esas empresas nos sacaran de este hoyo en donde el puto Mercado se empeña en meternos.

Me he bajado del coche pensando, "hay que ver...que buenas ideas hay por ahí y que poco caso se hace a la gente". Oye y tan feliz que me he puesto a recoger la casa un poco, y hacer unas magdalenas, hasta que me he sentado a cenar y he puesto las noticias...

Noticia sobre la prima de riesgo, el dineral que ha tenido que pedir el estado y los intereses por las nubes que vamos a tener que pagar (no pierdan de vista que esos intereses se van a devolver quitándolos de la sanidad, la educación, infraestructuras...que el dinero no crece en los árboles).
¡Bien! Hoy voy a entender la noticia gracias al programa... Pero jooooder! Casi me ahogo con el pedazo de queso que me estaba comiendo cuando me he enterado que la mayoría del dinero que ha pedido el Estado provenía de empresas privadas españolas, entre las cuales se encontraban los dos grandes bancos de este país...Y de patriotismo nada de nada!!!! Que nos van a cobrar los intereses al 7%!!!!

Me ha encantado oír al oyente esta tarde, de veras, pero sí caballero, tenía usted razón cuando decía que lo mismo estaba planteando una insensatez. Pues bien, no era una insensatez, por lo menos para mi que le estaba escuchando. Es una insensatez para todo esa gentuza que representa a El Mercado, porque no llevan camisa hawaina, van con traje de Armani, pero son tan cerdos y con tan pocos escrúpulos como el tío que yo me he imaginado detrás del escritorio roñoso.

Me voy a dormir, que afortunadamente mañana trabajo y no todo el mundo en este país (sin patrioticos) puede decir lo mismo...

viernes, 11 de noviembre de 2011

El peor sitio del mundo para conocer un hombre...

... Sin lugar a dudas, la consulta del ginecólogo.

Rodeada de mujeres, futuras parturientas y otras que solo van a la consulta rutinaria. Los pocos hombres que había hoy allí no eran más que los pobres padres de las criaturas que están por llegar. Conclusión: Imposible cruzarte con el hombre de tu vida allí...¿o no?

lunes, 7 de noviembre de 2011

La RAE de las RAErezas (III)

Nueva entrada de la RAE de las RAErezas y esta vez tengo que darle las gracias a un compañero de trabajo que me ha servido el palabro en bandeja en una aburrida reunión de trabajo.

No tengo muy claro de que estabamos hablando en dicha reunión. No debía de ser muy importante o lo mismo sí, pero entonces seguro que era muy aburrido. El caso es que el compañero ha soltado el palabro en cuestión: Pregiñado.

No me hace falta deciros las risas que ha habido en la reunión. No hacía falta ir a la RAE, estaba claro que el palabro tenía significado propio mas alla de lo que diga la academía de la lengua española.

pregiñado.
(De perguiñar).

1. tr. coloq. Precagar. Cagar un trabajo antes de haberlo comenzado.


Obviamente no existe semejante palabra en la RAE. Buscando lo más parecido que he encontrado es lo siguiente:
pergeñar.

(De pergeño).

1. tr. coloq. Disponer o ejecutar algo con más o menos habilidad.


Y es que al final se trataba de eso...de decirnos que la habíamos cagado y que desde luego no tenemos ni la menor habilidad para hacer lo que estamos haciendo.


 


domingo, 6 de noviembre de 2011

Una entrada sin mucho sentido...creo.

Voy a pedir de antemano disculpas por como pueda salir esta entrada. Quiero expresar un montón de cosas y probablemente me salgan de manera atropellada y sin mucho sentido.

Pocas  veces en mi vida me he agobiado de la manera que lo hice el fin de semana pasado. Quizás el problema estuvo en que tuve casi cinco horas para pensar mientras conducía y eso que iba acompañada, pero me dio por pensar y eso es malísimo.

El caso es que por alguna razón he centrado mis esfuerzos y mi tiempo en una persona y me he olvidado del resto. Cuando me di cuenta de eso el domingo me asuste muchísimo porque la situación se parecía demasiado a lo que me ocurrió años atrás cuando aun estaba saliendo con mi novio de entonces.
Si algo bueno tengo en mi vida es la cantidad de buenos amigos que tengo. Y digo buenos y digo amigos porque son eso, muy buenos amigos. Nada de conocidos o compañeros de trabajo, son AMIGOS con mayúsculas. Pero me di cuenta que parecía que hacía siglos que no los veía. Me dí cuenta que no sabía si estaban bien o mal, y eso me dio mucho miedo.

Eso de no saber de la gente que más te importa ya me paso y no es una sensación agradable cuando te das cuenta. De repente descubres que te has alejado y remar contracorriente para volver suele resultar complicado. No quiero desconectarme otra vez de todos ellos, porque reconozco aunque suene egoísta, que son ellos los que me cargan las pilas. Son ellos con sus abrazos estupendos los que me reconfortan de tal manera que no tenerlos o tenerlos lejos me produce una sensación de vacío que me resulta insoportable.

Este fin de semana he pasado todo el rato que he podido con ellos y reconozco que hoy estoy mucho mejor. Todo esto ya lo he dicho iba a sonar muy egoísta, pero así son las cosas. Los nuevos amigos han de compartir el tiempo con los de siempre y hay que hacer un esfuerzo, que a veces no es pequeño, para hacerles un hueco a todos ellos en la vida. Los que te salvaron y los que te salvan todos los días merecen el mismo trato. La vida nos lleva por caminos diferentes, nos separa en el tiempo y en el espacio, pero tenemos que luchar contra esa tendencia para encontrar puntos de encuentro donde volver a saludarnos, donde volver a abrazarnos. Puntos de encuentro en el camino para mirar atrás y recordar el camino en común que hemos llevado, para rememorar los demás puntos de encuentro que hemos conseguido convertir en tardes maravillosas de risas.  El camino en común quizás ya no es posible, porque es cierto que ahora lo recorro con otras personas, pero volver a encontrarnos es lo más maravilloso que tenemos y no se debe perder en el tiempo, porque son ellos los que mejor me conocen, los que han vivido conmigo los momentos más duros y los que me han levantado las veces que he caído y solo por eso se merecen un sitio privilegiado en mi vitrina de trofeos. Porque su amistad es el mejor premio en esta carrera. Y porque su lealtad y el haberme demostrado año tras año que estarán ahí siempre que los necesite, se merece el mayor de los reconocimientos. Por esto y por todo lo que tenga que venir, siempre serán parte privilegiada de mi vida.

Gracias a todos, a los viejos y a los nuevos, por hacer mi vida más fácil, por hacer al fin de cuentas que este camino sea un paseo lleno de sombras frescas en las que cobijarme del duro sol que a veces pega demasiado fuerte.

domingo, 23 de octubre de 2011

Bifurcación

Hay veces que tomamos decisiones en la vida que sabemos antes incluso de llevarlas a cabo que nos cambiaran de manera drástica. Cuando tomas una decisión importante normalmente intentas, con mayor o menor éxito, calibrar las consecuencias que tendrá. No me puedo quejar de las decisiones importantes que he tenido que tomar, en la totalidad de los casos el tiempo me ha dado la razón y sé que he tomado los caminos correctos.


Sin embargo ahora me encuentro en otro de esos momentos decisivos. Es tal y como lo muestran en las películas. Un bifurcación en el camino. La opción de la derecha es un camino oscuro, con una ligera neblina que lo impregna de un halo de mala decisión. La opción de la izquierda, OH! SORPRESA!, tiene la misma mala pinta. MIERDA!


Tengo esa sensación horrible de saber de antemano que ninguno de los dos caminos va a ser bueno. Ójala hubiera un camino por el medio, pero la bifurcación solo tiene dos opciones. Ninguno de los dos caminos va a resultar fácil, y tampoco tienen pinta de que me van a llevar a atravesar el bosque oscuro en el que me encuentro y sacarme a una bella pradera verde y luminosa.

Dicen por ahí, que siempre se puede elegir, ¿pero que hacer cuando ninguna de las opciones nos gusta? ¿Estoy condenada a tomar una decisión que se que no me va a satisfacer? ¿Hay alguna manera de generar una tercera opción? Ni lo creo posible en este momento ni me encuentro con fuerzas para generar opciones.

Ahora mismo me veo incapaz de elegir entre una opción mala y otra mala también. Aplazaré la decisión. Quizás, con un poco de suerte, un día de estos vea un tercer camino que ahora mismo entre la niebla y la densidad del bosque no consigo ver. Esperar para decidir tampoco es una mala opción.

martes, 11 de octubre de 2011

El más atronador de los silencios

Lunes 10 de octubre de 2011, pasadas las once y media de la mañana. ¡Clin!...¡Clin, clin, clin!...Led rojo parpadeante. La ansiedad reflejada en el rostro y hecha realidad en unos dedos que con la torpeza de una principiante sujetan el dispositivo. Lo desbloquea. Sujeta con los índices de ambas manos la parte superior del teléfono y con el resto de dedos forma un suave colchón donde reposa el aparato. Sus pulgares, aun inexpertos, teclean con dificultad la respuesta a una pregunta que la ha hecho sonreír e imaginar la cara de la otra persona cuando reciba el mensaje.
Tras enviar el mensaje, no volvió a saber de él. El más atronador de los silencios se impuso en el teléfono. Mi mails, ni whatsapp, ni bbm. Nada. Solo el silencio.
Tras horas de angustiosa espera, mirando a cada rato el teléfono, comprobando una y otra vez que los dos tic de color verde acompañaban al mensaje enviado, comenzó a desesperarse. ¿Por qué? ¿Qué pasaba que no llegaba la respuesta? Estábamos solo jugando, era un estúpido juego. ¿Se habría ofendido con su respuesta? Para liberar la tensión que empezaba a acumularse sin remedio en su mandíbula, decidió bajar a tomar un café a la sala de vending. Entonces, sin poder evitarlo, escucho la conversación de unos compañeros que como ella estaban haciendo un receso en la jornada.
-        Sí, se ha “caído el servidor” – Comentaba uno de ellos.-        Nada, ni mails, ni whatsapp, ni bbm, ni navegar, ni facebook, ni twitter, nada, nos han dejado incomunicados los muy hijos de p...Para eso me gasto yo un dineral en un teléfono. Dos días!, Dos puñeteros días llevo con la tarifa de datos y ya no puedo navegar...No veas la que me ha montado mi mujer porque dice que no le he contestado el mensaje...La bronca que me espera con la parienta no me la quita ninguna indemnización – Los comentarios del compañero se acompañaron con una oleada de risotadas.
Es eso. Suspira aliviada. Todo esta bien. En cuanto restablezcan el servicio recibiré un mensaje suyo. Seguro. ¿O a lo mejor no? Lo mismo con todo este follón no le ha llegado el mío. Y si ahora se piensa que no quiero quedar, que le estoy dando largas, o que paso de él. Otra vez la ansiedad...
Martes 11 de octubre de 2011. Por segundo día consecutivo RIM tiene a medio mundo ansiado.
La protagonista de la historia anterior, que está basada en hechos reales pero no ha querido dar su nombre, se ha arrancado las venas literalmente y las ha sustituido por fibra óptica en un intento desesperado de conseguir señal 3G para averiguar si el mensaje del día anterior llego o no a su destinatario. Miles, que digo miles, millones de personas viven hoy en día “enganchadas” literalmente a su dispositivo móvil. Personas que hace apenas una década, no tenían siquiera un inalámbrico en su hogar. ¿Qué nos esta pasando que ya ni recordamos lo que era quedar con los amigos de viva voz o llamar al compañero de juegos al telefonillo? ¿Estamos haciendo historia en la robótica, o somos nosotros mismos los que nos estamos convirtiendo en cyborgs?
Recuerdo la serie que veía de pequeña “Erase una vez los inventores”, sucedáneo venido a menos de “Erase una vez la vida” o “Erase una vez el hombre”. Que fantásticos parecían todos aquellos inventos que realmente nos hacían la vida más fácil. Que alegría tener que dejar de escribir a mano y poder empezar a escribir a máquina. O dejar de dejarte los ojos en la costura cuando se inventó la bombilla. Pero este siglo, que nos auguraba maravillas, a mi modo de ver tan solo nos esta trayendo dolores de cabeza.
Ahora hay clínicas de desintoxicación de Internet donde en la década de los ochenta había clínicas para dejar las drogas. Ahora los niños llevan un móvil en el bolsillo cuando antes llevaban una peonza. Que alegría me lleve el otro día paseando, cuando vi como una niña bailaba una peonza.
Yo misma era reacia a coger una tarifa de datos en el móvil. Bastante con haber sucumbido al teléfono y desgraciadamente estar localizable a todas horas, como para tener también que atender los correos, whatsapp y demás fauna. Pero al final caí. Porque otra cosa no, pero yo vicio que veo, vicio que cojo. Y después de una semana escasa de conexión me encuentro desesperadita porque se ha “caido” el servidor de BlackBerry y no me llegan los correos al móvil. Pero la cosa es más terrorífica aun, y es que estoy en el trabajo (no debería de estar escribiendo esto en  horas laborales) y puedo leer el correo en el PC!!!!!!
Definitivamente nos hemos vuelto locos.
Un amigo con el que me estaba carteando (por mail, se entiende) y ha sufrido mi chorreo de indignación contra RIM, me ha calificado como Blacberr-y-ndignada. Y sí, lo reconozco, juré por activa y por pasiva, por el cielo y por el infierno, por Snoopy y por Mafalda, que jamás, JAMás, JAMAS, tendría conexión de datos. Y no solo he faltado a mi palabra, sino que en tan solo una semana, mis pulgares han comenzado a encallecerse...

viernes, 7 de octubre de 2011

Desdén

Hace semanas durante una conversación con una amiga en torno a los hombres, me explicó con todo lujo de detalles que era tratar con desdén a otra persona y las consecuencias que ello conllevaba. Todas buenas según ella, pero yo no lo tengo tan claro.

Alegaba, que cuando una persona te gusta y mucho, hablamos de amor romántico, lo mejor para que esa persona venga a nosotros es tratarla con desdén. Directamente no hacerla ni caso. Acaso tiene razón ella y resulta que cuanto menos caso nos hacen más nos gusta la otra persona. ¿Será cierto que el desdén puede traerte hasta tu puerta a la persona amada?


Lo primero, para situar al personal, es dar la definición exacta de la palabra desdén. RAE para que te quiero!!!!


Desdén (de desdeño)
  1.- M. indiferencia y despego que denota menosprecio.
  2.-…Estas otras vainas no nos interesan


Total, que según la RAE tratar con desdén a alguien es tratarlo con indiferencia y despego pero encima menospreciándole.
¿Significa esto que cuanto más perras seamos con el hombre que nos gusta, y cuanto más indiferencia finjamos, más atraído se va a sentir él? Según ella, SI.


Ahora bien, si esa es la teoría, solo queda ponerla en práctica. Es en ese momento cuando te acuerdas de la universidad y piensas en lo sencillo que era aprenderse la teoría y que complicado era luego aplicarla al problema en particular.


Lo primero que sucede es que no sabes donde termina el desdén y empieza la grosería y la mala educación. Tratar con menosprecio a alguien puede llegar a ser muy heavy y traer las consecuencias diametralmente opuestas a las que esperamos conseguir.  Así que la pregunta es: ¿hasta donde estiro la cuerda? La respuesta es obvia, estira pero no la rompas. Ese es el punto de no retorno y si lo sobrepasas te quedaras compuesta y con todo tu desdén a cuestas.


Hasta aquí la teoría, vamos a ponerla en práctica.
¿Cuáles son las estratégias que conllevan desdén? O dicho de otra forma, ¿Qué hacer para tratar al hombre que nos gusta con desdén?
 
1.- Si nos encontramos con él por la calle de casualidad, aunque estemos dando un simple paseo y no tengamos nada que hacer en toda la santa tarde, fingiremos  que vamos con muchísima prisa y que nos hemos parado a saludarle por pura cortesía pero enseguida alegaremos que tenemos mucha urgencia y nos iremos. Jamás, y digo jamás, plantearemos tomarnos un café o una cerveza con él y por encima de todo nunca le invitaremos a pasear con nosotras.

 2.- Nunca responderemos a un mail suyo al momento, ni siquiera ese mismo día, si acaso al día siguiente.

 3.- No llamarle. Que sea él quien nos llame, y a ser posible no contestaremos a la llamada, sino que la dejaremos pasar y la devolveremos horas más tarde o incluso al día siguiente.

 4.- Nada de SMS o Whatsapp. Prohibido. Y si nos llega un SMS suyo, actuaremos de la misma manera que si nos hubiera mandado un mail.

 5.- Si nos encontramos en el mismo grupo de gente, no seremos nosotras quienes vayamos a saludarle. Tendremos que esperar pacientemente a que sea él quien venga a saludarnos. Y cuando lo haga, fingiremos que ni esperábamos siquiera verle y que su presencia se reduce a una mera casualidad con la que tenemos que convivir. Nunca iniciaremos una conversación y si él lo hace, le atenderemos con educación pero sin mostrar que eso nos hace los seres más felices sobre la tierra en ese momento. Si durante la conversación aparece otro amigo, mejor hombre que mujer, soltaremos una disculpa vana y correremos a saludar al otro individuo. Y una vez saludado, no volveremos al lado del chico en cuestión. Esto debería de dejar claro que nos importa poco lo que nos estaba contando.
 
6.- Y por encima de todo, jamás, jamás, jamás le propondremos un plan.
Si  seguimos estos consejos y alguno más de nuestra propia cosecha, se supone, y digo se supone, que científicamente no está probado, el desdichado se sentirá rechazado y por alguna razón mágica se sentirá atraído.

No lo he probado. Esto es solo la teoría y algunos ejemplos prácticos que he deducido de mis conversaciones con mi amiga. Si  sirve o no para “cazar” al hombre que nos gusta, es algo que cada una tendrá que averiguar por su cuenta.

Pero bien es cierto, y sirva como reflexión final, que cuando algo que nos gusta nos resulta inalcanzable  tiende con el tiempo a volverse una obsesión, y el conseguirlo una de nuestras metas. Pero  esto, conseguir al hombre de nuestros sueños, es una carrera de fondo y si al final no aplicamos correctamente la táctica del desdén, podemos terminar desfondadas y más solas que la una. En esto del amor y las relaciones, toda estrategia termina siendo un arma de doble filo.

viernes, 19 de agosto de 2011

La RAE de las RAErezas(I)

Tras el clamoroso éxito de Sieso, y a petición expresa de un joven mozo de treinta y tres años, abro este hilo de rarezas del diccionario.

Me había jurado a mi misma no entrar en polémicas, pero esta tarde no he podido evitarlo y me he encontrado en mitad de una discusión católica, apostólica y romana, donde el mozo antes mencionado ha soltado el siguiente palabro.

hermenéutico, ca.
(Del gr. ἑρμηνευτικός).

1. adj. Perteneciente o relativo a la hermenéutica.

2. f. Arte de interpretar textos y especialmente el de interpretar los textos sagrados.

3. f. Fil. En la filosofía de Hans-Georg Gadamer, teoría de la verdad y el método que expresa la universalización del fenómeno interpretativo desde la concreta y personal historicidad.


Tiempo me ha faltado para ir a buscarlo a la RAE. En estos días en los que vivimos, donde las conversaciones siempre terminan en "un momento que lo busco en el google y listo", no iba a preguntar que significaba esa palabrota.

Así que, lo añado a mi escaso vocabulario, pero en constante expansión, con la sensación de que no lo usaré mucho, y si lo hago será corriendo el riesgo de que me llamen pedante o freak.




lunes, 25 de julio de 2011

Sieso

Estoy en Madrid y estoy aburrida.

Me ha dado por mirar la RAE y he descubierto que una palabra que utilizo hasta la saciedad para calificar a alguien que me parece aburrido, soso o un triste, tiene otro significado completamente distinto al que yo estaba dando por hecho.

sieso.

(Del lat. sessus, asiento).

1. m. Ano con la porción inferior del intestino recto.

Pido disculpas públicamente desde aquí a todos aquellos que alguna vez os he llamado "Ano". Jajaja. Lo siento, pero no puedo evitar estar descojonada ahora mismo de la risa.

Lierganes

Por cortesía de un amigo, para ponerme los dientes largos seguro :D

Con el calor que hace en Madrid...

domingo, 24 de julio de 2011

Santander

Tenía pensado subir este puente de Santiago a Santander. Finalmente no he subido y me he puesto esta mañana a buscar las fotos del día que pasé con el loco del Terruño en Santander.

Decir que Santander me gusta es quedarme corta. Santander me parece una ciudad preciosa. De todas formas es que yo no soy nada objetiva en cuanto al norte se refiere. Una vez que llego al Puerto del Escudo, siento que mi sangre se hace más líquida y que fluye con facilidad por mis venas. Es esa parte del camino, la que va desde Burgos a Santander por la N-623 es la que me carga las pilas.

Siempre paro a tomar un café y a estirar las piernas. Y siempre intento sacar alguna foto. Aquel día, seis de Agosto del 2009, el puerto del escudo era pura niebla. Recuerdo el susto que me pegue cuando aparecieron dos faros justo enfrente mio. La verdad es que no se veía ni torta, así que pare pasado el puerto. Me llamo la atención un pueblin que había al pie de la carretera, con un pequeño cementerio. Y saqué esta foto.


Soy fans de los cementerios, igual que Vidi. Por cierto Vidi, tenemos pendiente ese paseo por el cementerio de la Almudena, no te pienses que se me ha olvidado.

Recuerdo que aun era temprano cuando recogí a Javi. Estuvimos desayunando y luego fuimos a pasear por la playa y terminamos subiendo al faro.




Una de las cosas que más me gustan de Santander o del norte en general es el mal tiempo. Adoro esos días de verano en los que tienes que ir con el chubasquero, porque hace frio o porque el cielo amenaza lluvia. Esos días en los que el mar de la bahía esta picado y entonces es cuando mejor te lo pasas en el barco. Aun que siempre termino mareada, no puedo evitar disfrutar como una cría de cinco años con el subir y el bajar de las olas. Adoro el mar, la playa, la arena mojada, pero ese mar, el Cantábrico. En otra vida tuve que ser pez, y a juzgar por la memoria que tengo debí de ser un pez cirujano (el tipo de pez que es Dori, de buscando a Nemo)

Me encanta pasear tranquilamente por el Paseo Pereda y descubrir callejeando una tasca nueva donde tomarme un vermú.

Tener que volver a Madrid me sienta mal. Directamente se me pone mal cuerpo. Aquel Agosto, tarde tanto en recorrer el camino inverso hasta llegar a Burgos, que mi madre se asustó cuando me llamo para preguntar por donde iba y le dije que aun no había llegado a Burgos, cuando hacía tres horas que había salido de Santander.
Pero es que me despisté y paré en Puente Viesgo.



Necesito volver. Este fin de semana no ha podido ser, pero tengo que subir. Me lo pide el cuerpo.

sábado, 23 de julio de 2011

¿Realidad o ficción?

Vibra el móvil dentro de su bolsillo.
Llamada entrante.
Es ella. Por un momento se le viene a la cabeza la noche que la conoció, imposible no sonreír al recordar.

Descuelga. Su voz animada no le sorprende. Tras meses hablando con ella, se ha acostumbrado a ese timbre chillón y lleno de energía.

"Estoy aquí" - Afirma llena de ansiedad. Pausa. "Y quiero desayunar contigo".

"Pero si voy en el autobús" - Responde él sorprendido - "¿Donde estás?". Viniendo de ella se espera cualquier respuesta.

"Te espero en la dársena de llegada. He conducido toda la noche y tengo un hambre que da calambre" - Contesta ella.

Él no puede evitar soltar una carcajada. Son casi las siete de la mañana, esta llegando a Santander y la chica calambre le espera en la estación para invitarle a desayunar.

"¿Por qué será que no me sorprende que estés aquí? - Consigue preguntar entre risas.

En el fondo sabe que piedra a piedra ella está desmantelando el muro.

lunes, 4 de julio de 2011

El "ruido" al hablar

Que complicado puede resultar entenderse con otra persona a pesar de hablar ambos el mismo idioma.

Cuantas veces habremos oído eso de emisor-receptor-mensaje. Los ruidos, las distracciones, mi mapa del mundo, tu mapa conceptual. El caso es que la posibilidad de que la persona con la que charlas capte correctamente el mensaje que sueltas vienen a ser de un 10% aproximadamente. ¿Significa esto que estamos condenados a no entendernos?

Si a todo ese "ruido" en la comunicación le sumas unas cuantas copas de más resulta que no hay forma de llegar a buen puerto en una conversación.

Al día siguiente no recuerdas exactamente el mensaje original que enviaste a la otra persona, solo la amarga sensación de que no te entendió. La certeza de que lo que le llegó no era lo que tu pretendías enviar, confirma inevitablemente que el mal entendido esta servido en bandeja.

Deshacer un malentendido no es tan fácil como crearlo. La mayoría de las veces, un mal entendido genera una atmósfera de incomodidad entre las dos personas que lo sufren. Una de ellas siempre suele estar avergonzada y la otra no sabe como sacar la conversación. Alguien tiene que dar el paso, pero hacerlo es complicado y requiere cierto coraje que en la mayoría de los casos no se encuentra, dando lugar un mal entendido enquistado.

No fue el caso esta última vez. Pero si es cierto que mi vergüenza me impedía encontrar el momento correcto para sacar la conversación. Se precisa de un momento a solas entre ambas partes, para poder discernir con facilidad que fue lo que causó el mal entendido.

Años de experiencia deshaciendo malos entendidos me han llevado a comprobar que el mejor sitio para hablar es un coche. Sí, un coche en marcha. Para la persona que esta avergonzada es un sitio cómodo puesto que las miradas apenas se cruzan y por lo tanto los reproches imaginados en la mirada del otro quedan descartados.

Conseguimos deshacer el mal entendido. Afortunadamente había caravana para entrar a Madrid. Pero a pesar de haberlo aclarado y de habernos pedido mutuamente perdón, la sensación horrible de no se que he hecho para merecer este tipo de mensajes que me acompaño durante todo el sábado, permanecerá algo más de tiempo en mi memoria, pero se irá disipando con el tiempo como lo ha hecho siempre.

Para tomar fuerzas y poder afrontar la tarea de deshacer un entuerto, decidí subir a la sierra. Siempre encuentro paz allí y me ayuda a ver las cosas con otra perspectiva.

viernes, 24 de junio de 2011

Sin razón aparente

Aun no lo he pensado detenidamente. Creo que no soy consciente de lo que he decidido y que por supuesto mi cerebro no lo ha asimilado aun. ¿Se puede tomar una decisión tan importante en la vida sin haberlo pensado antes? ¿Significa esa falta total de razón en mi decisión que soy una inconsciente?

No tengo respuesta para ninguna de las dos preguntas. Solo sé que me hallo en medio de toda la preparación de un viaje, con el que siempre he soñado y que no soy capaz de identificar en que momento tomé la decisión de embarcarme en semejante aventura.

Y si no soy capaz de identificar las razones por las que me he embarcado, ¿como saber si ha sido acertada mi decisión?

El otro día cuando me preguntaron en la reunión por mis miedos, hubiera agradecido que me hubieran preguntado por mis razones. Quien sabe, quizás entre todos hubiéramos sido capaces de identificarlas. Y si no tengo razones, ¿por qué siento esta necesidad irrefrenable de ir?

Y se podría pensar que como no encuentro las razones que me impulsan a ir, las razones que deberían de echarme atrás deberían ser suficientes para que no me sintiera atraída de la manera en la que me siento.

Tres semanas lejos de mi familia, 17 desconocidos, 20 horas de viaje, un idioma que no conozco, 2400 huérfanos, el hambre, la desesperación por seguir vivos no son razones suficientemente fuertes como para frenar mi impulso de cruzar al continente africano. Es más, me parecen razones para ir. ¿Serán acaso estas mis razones ocultas para ir? ¿Será lo desconocido lo que me resulta tan, tan, tan atrayente? Y pensándolo fríamente, ¿Todo lo que es complicado y esta lejos de mi control es lo que me resulta atrayente?...

... ¿He dejado acaso de hablar ya de Etiopía?

martes, 21 de junio de 2011

El Madrid de los Asturias

Paso por la Casa de Campo a diario. Sacado de contesto parece soez la frase, pero es porque por ahí hay mucho menos atasco que por los malditos túneles de la M-30. Sin embargo nunca había estado en la zona a la que nos llevo mi querido Vidi el sábado.

Celebraba su cumpleaños con más de un mes de retraso, pero amén que la espera valió la pena.

No había pensado en la logística de querer llevar hasta la Casa de Campo comida y bebida para 20 personas. Pero así es David, el entusiasmo le puede y habría sido capaz de hacer varios viajes desde Martínez Campos hasta allí con tal de darnos de comer y de beber a la asturiana. Menos mal que el mecherito volvió a sacarle del apuro. Y así, junto con la inestimable ayuda de Iván y cargados de dos carros de la compra, nevera y varias bolsas llegamos al sitio señalado en el google maps.

El entusiasta David se llevo un pedazo de Asturias a Madrid. Hizo la típica fiesta asturiana, una espicha. Según la Wiki, la Rae no reconoce la palabra, es una fiesta asturiana donde se bebe sidra. Consistía en reunirse en un llagar (tipical Asturianish) para espichar un tonel de sidra. A falta de llagar y de tonel, buenos fueron unos bancos de merendero y 19 botellas de sidra, que fueron cayendo sin remisión una a una.

Como no todo iba a ser asturiano hubo también una buena cantidad de representación del líquido madrileño por excelencia, Mahou. Oh Mahou, Que grande eres! Sin embargo no era tu día, querida litrona amarronada de suaves curvas. Ese día te hacía sombra una dulce señora vestida de verde con sombrero de corcho y con sabor admirable. Mezcla dulce y burbujeante. Y culín por encima del hombro!

Y que mal me sienta la sidra. Parece que no bebes, no lo notas, se te mezcla poco a poco con los sentidos, de manera tan sigilosa que no sospechas en ningún momento que ya no eres dueña de tus actos hasta que es demasiado tarde. Y aun entonces, solo puedes pensar en llevarte otro culín al gaznate y volver a sentir el sabor del precioso líquido.

Pero bueno, no había problema. Para que luego diga mi jefe que no se negociar. Al final lié a Iván para que llevara el coche, así que me abandone completamente a la falta de control sobre mis propios sentidos y extremidades.

Pero esta entrada no es solo para contar lo bien que no lo pasamos. Tenía pendiente una entrada donde quedara por escrito las virtudes, todas o casi todas, de Vidi y obviamente ningún defecto. Pero es que tiene un defecto muy gordo, uno que no puedo dejar pasar por alto. Es una mala influencia para mi. No soy capaz de negarle nada ni de decirle que no a ninguna cosa que me propone. Por dos motivos.

El primero; porque todo los planes que propone son divertidísimos a la par que excéntricos.

Y lo segundo y más importante. El jamás me dice que no a mi.


P.D: El Madrid de los Asturias no aparece en ninguna guía turística y así tiene que seguir siendo. Es un lugar mágico. Como dijo Iván, un punto magnético tipo Lost. Nameste!

miércoles, 20 de abril de 2011

Dime un defecto...

...mmmmmm, déjame que piense. ¡Qué gilipollez! No necesito pensarlo. Mi defecto es la impaciencia.

Impaciencia, (Del lat. impatientĭa). Intranquilidad producida por algo que molesta o que no acaba de llegar. Claro, blanco y en botella. ¡LECHE!

Lo mío es pura impaciencia. Impaciencia porque no llegan las seis y media de la tarde para poder irme de una santa vez a tomar unas cañas con Susana. Pero no es eso exactamente lo que me tiene en un vilo, esperando como una boba. Lo mío es impaciencia por no encontrar a una persona que vaya a las mismas revoluciones que voy yo.

Siempre me dicen las chicas..."Paciencia, Sandra, Paciencia. Ya llegará". Y yo me pregunto: ¿Y si no llega?

Una cosa tengo clara. Sola no me quiero quedar, pero mal acompañada tampoco. Que una no es tonta y no hay que conformarse con cualquier indeseable, por mucha compañía que te haga.

Harta estoy de la típica frase, "Cuando menos te lo esperes llegará". ¿Y si no llega? Acaso alguien ha hecho un estudio estadístico sobre como llega el amor. ¿Por qué todo el mundo da por supuesto que tiene que llegar? De alguna manera, llega. Puuuuufffff, que tontería. Y enconces, ¿por qué hay gente soltera? Algunos lo habrán elegido, pero otros, probablemente como yo, estén aun esperandolo. Porque el amor llega, según "los expertos".

Como no soy amiga de las esperas, no espero ni la cola para echar gasolina, he decido que salgo a buscarlo. Pero ¡ay amiga! que chasco, tres años llevo buscandolo, bueno de hecho más tiempo y ni rastro, oye! NI RASTRO!

Y después de esta ida de pelota voy a ver si sigo trabajando un poco.

P.D: Vidi, como se que me lees, te pido please que te ahorres el comentario de que la felicidad esta dentro de mi...Ya lo sé, pero es que buscar dentro de mi, me da una pereza horrible.

lunes, 11 de abril de 2011

Bajo el sol de una farola

Por segundo año consecutivo, cogí mi saco, mi esterilla y me fui a la mismísima Puerta del Sol a dormir, o al menos a intentarlo.

 

Bajo el lema "¿Qué se sueña en una acera?", voluntarios y personas sin hogar intentamos no sin esfuerzo conciliar el sueño la noche del viernes. La mayoría se fue a casa al día siguiente sin haber encontrado una respuesta a la pregunta, y es que lamentablemente, en una acera no se sueña, en una acera se muere. 

Al menos un centenar de personas, a ciertas horas de la tarde incluso más, intentamos el viernes que la gente que pasaba por delante del parking de personas comprendiera que la acera no es lugar donde la gente debe vivir, porque como bien dijo Berta, la calle mata y de eso hemos sido testigos al menos en 76 ocasiones este año.

Dormí, porque aunque parezca imposible, conseguí conciliar el sueño. Un sueño interrumpido en todas las ocasiones por borrachos y maleantes que pasaban a esas horas de la madrugada por la Puerta del Sol y que lejos de sensibilizarse decidían hacer de aquello su diversión por unos minutos. Botellas rotas, sacos de basura que volaban por los aires y los regueros de agua del selur hicieron que mis compañeros de campamento no pegaran ojo. Pero yo, inexplicablemente dormí. ¿Por qué? Pues la verdad es que no tengo ni idea.

Es cierto que la noche tenía una temperatura muy agradable. Nada que ver con los grados bajo cero del año pasado, pero aun así, ellos no consiguieron conciliar el sueño y yo si.

No tuve miedo, me sentí extrañamente segura, como si hubiera dormido allí todas las noches. Me dicen constantemente que la calle al final te atrapa, que una vez que caes no puedes salir y que a medida que el tiempo pasa, escapar de las aceras y de los bancos se hace prácticamente imposible. La calle se vuelve tu hogar, y la acera tu colchón. 


Ahora pensando en como me sentí y en como viví mi noche del viernes, me planteo una pregunta. En vez de sustituir la acera, el cajero o el banco por un jergón en un albergue, ¿no sería mas efectivo romper ese cable de acero que los une a la calle sustituyendo los albergues por pisos compartidos o casas tuteladas? No se trata de darles un colchón más cómodo o unos baños más limpios. No quieren instalaciones nuevas o mejores. De la calle se sale si tienes un hogar y un hogar es mucho más que un colchón y un baño limpio. 

Eso me lleva a pensar que nuestras reivindicaciones están yendo por la dirección equivocada. No debemos protestar porque hayan quitado 476 plazas de albergues, ni porque los alejen del centro. Debemos y tenemos que pedir una verdadera red de reinserción para todas las personas que duermen o que van a dormir irremediablemente en la calle. No debemos pedir un albergue mejor, debemos pedir directamente un hogar para cada una de ellas. Una verdadera red que los proteja y no los permita volver a caer y tener que enfrentarse de nuevo al duro colchón de la calle.

Como anécdota y para darle un punto de frivolidad a todo esto, decir que gracias a mis gafas Ray-Ban conseguí dormir un poco mejor. Elegir para dormir justo el pie de la farola, no fue desde luego la mejor elección de la noche.

God bles u

viernes, 4 de marzo de 2011

Que mal me siento...

Cuando las lágrimas son de orgullo, pareciera que escuecen según salen por los ojos.

Cuando las lágrimas son de orgullo, duelen más. Resbalan por las mejillas y van dejando la piel en carne viva.

Cuando las lágrimas son de orgullo, no nos enseñan batallas perdidas, nos hacen más prepotentes. No nos vuelven humildes, nos hacen más pedantes.

De esas lágrimas he soltado yo unas cuantas este fin de semana, tanto que he perdido de vista el suelo y me he limitado a lamerme las heridas y a mirarme el ombligo.

Y así me hallaba yo el domingo hasta que mi madre de una bofetada me devolvió a la realidad e hizo que de golpe me sintiera tan miserable que deje de lamerme mi orgullo herido y comprendí que ando como descabezada por la vida y que no puedo seguir en este rumbo sin rumbo, en esta desidia que me invade y que nada bueno me trae.

Tan preocupada me hallaba que ni cuenta me di de que día era el domingo. Hacía un año que había muerto mi Oma y ni siquiera lo recordé. Ni cuenta me di cuando vi a mi padre que andaba como alma en pena. Tan pendiente estaba de mi misma que no percibí lo que pasaba a mi alrededor.

Nunca pensé que pudiera olvidarlo, pero lo hice y eso me dolió más que todas la negativas que me he llevado puestas este fin de semana, que ha sido de lecciones, una detrás de otra.

Empezaré diciendo que juzgué mal el amor infinito que Nestor tiene por Marta. Que yo no soy nadie para decir y menos juzgar con que ánimo y con que amor se presentaba delante de aquel altar. Tonta hubiera sido si no hubiera ido a su boda. Pensar que la manera de amar de Nestor no era la correcta, suponía por mi parte una prepotencia sin precedentes. No he visto boda más linda, amor mas tierno y mayor derroche de pasión. Marta plantada delante de todos abriendo su corazón y diciendo que se casaba más enamorada de lo que jamás hubiera imaginado. Ese niño emocionado junto con todo el “público”. Jamás vi emocionarse de esa forma a Nestor, ni a David, ni a Alvaro, ni a Jose...Y es que esa forma tan sincera de desnudarse delante de nosotros nos arrastró a todos a una llorera conjunta de la que yo por lo menos me siento agradecida, por haber sido participe.

Y de un mar de lágrimas por la mañana a un mar de lágrimas por la noche. Cuan diferentes han sido esas dos maneras de llorar. Bella la primera, orgullosa la segunda.

No se como, ni de que manera porque no lo recuerdo comencé a llorar. Tampoco recuerdo que dije para que él se emocionara también. Sé, porque me lo ha dicho, que le hice sentir mal por todo lo que solté por mi boca. Y es que puedo llegar a ser tan hiriente, tan cruel, y ya no cuento si encima voy ebria y no controlo lo que digo. Debí de decir todo lo que pienso realmente. Y ahora sobria hago el ejercicio de volver a ser sincera y repetir todo lo que creo que llegué a decir.

Siento, sé, que no le han querido jamás como se ha de querer a alguien. Cuando se ama, uno olvida su propio ser, deja de ser egoísta y la otra persona pasa a ser lo más importante. Cuando no sufres hasta que no ves sufrir. Cuando no lloras hasta que no ves llorar. Cuando no ríes hasta que no ves reír. Tu piel y tu alma ya no te pertenecen, son del otro. Cuando tu existencia es secundaria y lo más importante pasa a ser la vida y la esencia de la otra persona, entonces es cuando estas amando. Y eso no significa que dejes de ser tu mismo, lo que ocurre es que eres porque la otra persona te ama de la misma manera. ¿Qué sentido tiene el amor unidireccional? Ninguno.

“Ella no te quiere” le repetí una y otra vez, quizás queriendo decir que ella no le quiere como se debe querer. Y es que no puede ser que una persona no conozca en esta vida esa clase de amor, el que no es egoísta, el que no hiere, el que hace que todos los días sean el primer día del resto de tu vida.

Si alguien a quien por lo menos aprecias te dice directamente, sin dobleces, que no has querido, que no sabes querer y que además no te han querido jamás, es para echarse a llorar ciertamente. No se puede ser más cruel ni menos sensible. Pero sí, yo lo fui, y no puedo menos que pedir perdón, por haber dicho cosas tan hirientes. Lo que no puedo hacer es disculparme por pensarlas porque entonces sería una hipócrita conmigo misma.

Y después de haber dicho todo eso, después de haberme puesto en evidencia, no puedo hacer otra cosa que retirarme discretamente a lamerme mis heridas y tomar una decisión dura pero clara como el agua. No puede ser él, tengo que ser yo.

Me duele profundamente fallarle de esta manera, sumarme a la lista de personas que le han fallado. Pero no quiero sufrir. David, mi sabio amigo David, dice que tiendo a ser trágica, sobre todo escribiendo. Pero es que cuando escribo siento que soy capaz de plasmar lo profundo de lo que siento. Que cuando hablo tiendo a ser bastante superficial y quitar hierro a las cosas. Hacer de todo un chiste es demasiado fácil para mí. Pero cuando escribo es cuando realmente profundizo en lo que siento y en estos momentos no quiero sufrir.

Así que la decisión es que me retiro. ¿Egoísta? Si. Mucho. Pero siento que en este momento no puedo mirar más que por mi. No puedo hacer feliz a alguien que no quiere que le hagan feliz y siento además que si no puedo ser feliz yo misma, difícilmente puedo hacer feliz a nadie más.

Ahora me queda perdonarme a mi misma por haber sido tan egocéntrica y no haber estado ahí para los que realmente me necesitaban el domingo.

domingo, 13 de febrero de 2011

Y mañana San Valentín...

Lo que he dicho, odio el mes de Febrero.

Mi amigo David dice que soy demasiado extremista en el blog, puede ser. Se que lo dice por pura envidia porque no le he dedicado ninguna de mis entradas como he hecho con otras personas. Paciencia Vidi, todo llega.

Pues eso, que mañana es el día del amor y todo esa mierda comprimida que te suelen vender en forma de anuncios pastelosos, colonias, flores y demás patraña que solo sirve para que unos cuantos ganen, otros tantos piensen que son afortunados y la mayoría confirmemos lo que ya sabemos, que no tenemos amor y además ni falta que nos hace...¿o si?

Y además, cuando decides volcarte en dar tu amor a una persona, me da igual que sea de clase romántico, o la clase sexual o solo fraternal, te encuentras que en la mayoría de los casos esa persona no lo quiere, e incluso no lo merece. Pero ahí estas tú, cual gilipollas haciendo y deshaciendo para que tu amor, todo ese que te sobra llegue a la otra persona. Iros todos a la mierda! Los que tenéis amor, porque me tenéis hasta las narices de tanto exhibirlo y los que no lo queréis porque sois unos pobres desgraciados que algún día os daréis cuenta que lo mejor que tenemos es lo que podemos dar...

Mientras tanto lo que voy a hacerme es quererme mucho y mucho y mucho y más cada día a mi misma. Seguiré intentando besarme el culo...se que algún día lo conseguiré.

domingo, 6 de febrero de 2011

Odio el mes de Febrero.

Una semana como mucho...Si yo tuviera una única semana, ¿qué haría?, ¿con quién la pasaría?, ¿Sería capaz de decir lo que tuviera que decir en esos momentos? 

Sí solo me quedara una semana, ¿me gustaría saberlo?


viernes, 28 de enero de 2011

Morir y no poder elegir.

Nadie quiere morir cuando tiene una "buena vida", entendiendo que buena vida tiene una definición distinta para cada uno. Pero otro gallo canta cuando hablamos de tener una mala muerte, entonces todos estamos de acuerdo. Si todos estamos de acuerdo en que no se debe sufrir una muerte horrible o vivir una vida miserable por culpa de una enfermedad que ni pediste, ¿por qué nos parece tan horrible que podamos elegir cuando acabar con nuestro propio sufrimiento?

La palabra eutanasia deriva del griego: eu (‘bueno’) y thanatos (‘muerte’). Es decir, buena muerte.

Si somos responsables de nuestra propia felicidad o eso nos repiten constantemente, "no eres feliz porque no quieres", "si lo tienes todo para ser feliz"...
y si sobre todo somos responsables de nuestra infelicidad, ¿por qué no podemos tener la libertad de elegir cuando queremos ponerle fin a una u a otra? Sobre todo a la segunda.

Afortunadamente yo no tendré ese problema. Mi nacionalidad holandesa me permite irme a morir tranquilamente allí, como ya lo hizo el suegro de mi Tía Beatriz, que eligió día y hora para morir, y se despidió de todos y cada uno. Pero, ¿y el resto?

¿Por qué tenemos que estar obligados a ver el sufrimiento de quien queremos y no permitimos que él o ella elijan libremente cuando acabar?

Como me dijo un amigo, si aun no tenemos muy claro para que tenemos que sobrevivir, ¿por qué demonios no podemos dejar de vivir cuando queramos?

Su amistad es una certeza.

Hoy ha sido un de esos días que ni fu ni fa. Señal contradictoria tras señal contradictoria. Lo que viene siendo desconcertante para cualquiera que intente desesperadamente interpretarlas.

Entonces ella se ha conectado al chat y la he saludado.

Hablar con ella es siempre encontrar un momento de paz. Consigue en pocas frases levantar el ánimo al más pringado y hacerle ver que la vida es maravillosa por muchas señales que haya indicando justamente lo contrario.

No hace ni un año que la conozco pero siento que ha formado parte de mi vida desde siempre. Sabe lo que significa que la vida no te trate bien, pero nadie podría asegurarlo a simple vista porque desprende ese optimismo sin fin.

Golpe tras golpe los ha ido esquivando y ahora cuando todo pintaba mal ella ha sabido rehacerse a si misma y resurgir con más vida, con más ánimo y con más esperanza si cabe. Oírla hablar, escuchar sus mil batallas, es como un canto de esperanza. Lo da todo sin esperar nada a cambio, se entrega sin condiciones y jamás mira atrás. Pasar las horas con ella, charlar es una lección de vida minuto tras minuto.

Y cada vez que consigue que comprenda que mi existencia es mejor que buena y que hay mil cosas por las que mirar hacia delante y luchar, doy gracias a Dios por haberla puesto en mi camino y suplico porque jamás la aparte de él.

Lecciones de vida y de amistad, esas son sus armas y amén que las esgrime con una maestría impecable. Golpe de efecto aquí y allá y terminas el día pensando lo afortunada que eres.

No dudo de que ella está en mi vida con un objetivo bien firme, estar a mi lado, tocarme con su valentía y con su mirada optimista y hacer que yo salga a flote. Quien sea que la haya puesto en mi camino tiene un plan divino y una mirada certera, porque yo necesitaba a alguien así a mi lado. Alguien que día a día me demuestre que todas las cosas tiene mil formas de hacerse, mil formas de afrontarse y de contemplarse y que solo hay que encontrar el prisma adecuado con el que mirar la realidad.

Y sé que esta amistad que ha nacido hace tan poco y que apenas da sus primeros pasos, se convertirá con el paso del tiempo en la más profunda y sincera que yo haya tenido. Si Dios te pone una persona así en el camino no puedes rodearla, solo te queda darte de bruces con ella y echártela a la mochila para que te acompañe el resto del camino. Porque querida Victoria, como bien reza esta entrada, tu amistad es una certeza.

martes, 18 de enero de 2011

CONFIRMADO

Debería estar durmiendo, porque es super tarde, mañana tengo que madrugar para llevar el coche al taller nuevamente. Por enésima vez se ha fundido la luz derecha del coche, y eso que la cambié la semana pasada. Parece ser que me va a tocar pelearme con el mecánico, y sabe Dios que no quiero, pero siento que me esta tomando el pelo...

Da igual, el caso es que estoy escribiendo porque ha sido una de esas tardes que cuando se terminan piensas caray! Ojala volviera a empezar.

La tarde me ha llevado a confirmar lo que venía sospechando hace tiempo: soy nefasta para las primeras impresiones. Imposible acertar, siempre me confundo. No es que me confunda, es que mi primera impresión normalmente es diagonalmente opuesta a la realidad. Pero esta vez, descubrir que estaba equivocada ha sido tan, pero tan gratificante, que me alegro de no tener ese ojo clínico del que se vanagloria por ejemplo mi madre. Ella es infalible.

Siempre es grato encontrar a una persona con quien poder hablar, sin silencios incómodos ni conversaciones banales. Pero es muchísimo más grato encontrarla en alguien a quien había prejuzgado, erróneamente, de otra manera. Descubrir lo contrario, descubrir ese lado amable y maduro, es una alegría para los oídos y para el intelecto.

Además es que la tarde ha sido perfecta, no solo porque estábamos realmente cómodos y relajados, sino porque no se le veía con ganas de terminar la conversación. Reconozco que he pensado, Dale! En cuanto lleguemos al portal seguro que se despide cortésmente y se baja del coche. Pero no. Se ha despedido cortésmente, eso si, pero después de haber estado algo más de media hora tan a gusto charlando dentro del coche justo enfrente de su portal.

Todo un descubrimiento.

Pero lo mejor es que la tarde no ha terminado ahí. He llamado a Vidi, con la excusa de vernos para tomar una cerveza. Me ha dicho que iba a la charla cristiana de Paz, y que si quería ir. Me apetecía ver a Paz y al resto de la Ultreya, así que le he dicho que si. Total, era en López de Hoyos y yo estaba al lado.

Y me ha encantado.

Paz ha hecho que se me pusieran de punta todos los pelos, y ha sido increíble verla defender su fe y su forma de vida. Vidi dice que si la miras al trasluz, le ves el áurea. No lo sé, pero desde luego desde su posición, plantada allí delante de algo más de 50 personas, verla desnudar su alma ha sido una lección de valentía y humildad. Ella dice que vive buscando rodearse de gente destinada a “la Santidad”, pero no se da cuenta que ella misma va camino de ser la mejor persona que conozco.

Ha sido fantástico.

Después Vidi en un intento de superar sus prácticas como sanador de almas conmigo, me ha psicoanalizado y ha llegado a la conclusión de que no se vivir sola, que busco tapar mi tiempo libre con mi ocio sin pararme a intentar disfrutar del tiempo que tengo para mi.

Sé que no se vivir sola, pero eso, da para otra entrada en el blog y hoy ya es demasiado tarde...

viernes, 7 de enero de 2011

Me voy a las rebajas

Quizás no sobreviva. Si así fuera, deciros que os quiero a todos...jajaja.

¿Qué tendría que decir a este consumismo exagerado mi querido Vidi?

ISS

Acabo de ver una imagen del eclipse de antes de ayer que me ha recordado la noche que pudimos ver la Estación directamente sobre el cielo de Madrid.


jueves, 6 de enero de 2011

Kilian

No se cuando leerás esta entrada. Quizás lo hagas antes de hablar conmigo o quizás ya hayamos tenido esa conversación literaria que tanto me apetece. No importa cuando sea, el caso es que necesitaba devolverte la confianza que has depositado en mi de alguna manera. He pensado que dándote permiso para leer "mi blog", yo también te hacía entrega de esa confianza.

No te voy a decir que me ha parecido tu libro, aun no. Lo que más me apetece es decírtelo tranquilamente sentados, quizás con un café delante, para poder discutir todas las cosas que me han gustado y todas las que no. Y sea lo que sea que finalmente te diga, hay algo que sobresale por encima de todas las cosas. Eres un valiente. Pusiste en mis manos ese centenar de hojas, confiando en mi, deseando que las leyera y te juro que lo he hecho con una ansiedad incontrolable. Tu estás en cada línea y ha sido como pasar estas horas contigo.

Dices que lo hiciste para devolverme el regalo que te había hecho, pero esto supera con creces un simple libro y una magdalena de chocolate.

Mi blog es mucho más modesto, pero lo escribo para mi, para leerlo al cabo del tiempo, para no olvidar lo importante. Lo escribo sin mucho miramiento la verdad, sin preocuparme excepto de las faltas de ortografía. Es tan solo un puñado de sentimientos. Pero igual que tu depositaste en mi tu confianza el miércoles, yo hago lo mismo ahora contigo. Léeme, conóceme.

Sólo me resta decirte que eres un hombre maravilloso. Que deberías valorarte más de lo que te valoras, quererte más de lo que te quieres y hacerte valer más de lo que lo haces. Quien no vea en ti lo que yo vi al primer vistazo, no merece tener ojos, pues no sabe usarlos. Y me alegra que me hayas elegido para confiar en mi. No pienso, desde luego no tengo la más mínima intención de decepcionarte.

Alegrate Niño, porque ya tienes tu primera fan.

Un beso.