martes, 18 de enero de 2011

CONFIRMADO

Debería estar durmiendo, porque es super tarde, mañana tengo que madrugar para llevar el coche al taller nuevamente. Por enésima vez se ha fundido la luz derecha del coche, y eso que la cambié la semana pasada. Parece ser que me va a tocar pelearme con el mecánico, y sabe Dios que no quiero, pero siento que me esta tomando el pelo...

Da igual, el caso es que estoy escribiendo porque ha sido una de esas tardes que cuando se terminan piensas caray! Ojala volviera a empezar.

La tarde me ha llevado a confirmar lo que venía sospechando hace tiempo: soy nefasta para las primeras impresiones. Imposible acertar, siempre me confundo. No es que me confunda, es que mi primera impresión normalmente es diagonalmente opuesta a la realidad. Pero esta vez, descubrir que estaba equivocada ha sido tan, pero tan gratificante, que me alegro de no tener ese ojo clínico del que se vanagloria por ejemplo mi madre. Ella es infalible.

Siempre es grato encontrar a una persona con quien poder hablar, sin silencios incómodos ni conversaciones banales. Pero es muchísimo más grato encontrarla en alguien a quien había prejuzgado, erróneamente, de otra manera. Descubrir lo contrario, descubrir ese lado amable y maduro, es una alegría para los oídos y para el intelecto.

Además es que la tarde ha sido perfecta, no solo porque estábamos realmente cómodos y relajados, sino porque no se le veía con ganas de terminar la conversación. Reconozco que he pensado, Dale! En cuanto lleguemos al portal seguro que se despide cortésmente y se baja del coche. Pero no. Se ha despedido cortésmente, eso si, pero después de haber estado algo más de media hora tan a gusto charlando dentro del coche justo enfrente de su portal.

Todo un descubrimiento.

Pero lo mejor es que la tarde no ha terminado ahí. He llamado a Vidi, con la excusa de vernos para tomar una cerveza. Me ha dicho que iba a la charla cristiana de Paz, y que si quería ir. Me apetecía ver a Paz y al resto de la Ultreya, así que le he dicho que si. Total, era en López de Hoyos y yo estaba al lado.

Y me ha encantado.

Paz ha hecho que se me pusieran de punta todos los pelos, y ha sido increíble verla defender su fe y su forma de vida. Vidi dice que si la miras al trasluz, le ves el áurea. No lo sé, pero desde luego desde su posición, plantada allí delante de algo más de 50 personas, verla desnudar su alma ha sido una lección de valentía y humildad. Ella dice que vive buscando rodearse de gente destinada a “la Santidad”, pero no se da cuenta que ella misma va camino de ser la mejor persona que conozco.

Ha sido fantástico.

Después Vidi en un intento de superar sus prácticas como sanador de almas conmigo, me ha psicoanalizado y ha llegado a la conclusión de que no se vivir sola, que busco tapar mi tiempo libre con mi ocio sin pararme a intentar disfrutar del tiempo que tengo para mi.

Sé que no se vivir sola, pero eso, da para otra entrada en el blog y hoy ya es demasiado tarde...

No hay comentarios:

Publicar un comentario