viernes, 7 de octubre de 2011

Desdén

Hace semanas durante una conversación con una amiga en torno a los hombres, me explicó con todo lujo de detalles que era tratar con desdén a otra persona y las consecuencias que ello conllevaba. Todas buenas según ella, pero yo no lo tengo tan claro.

Alegaba, que cuando una persona te gusta y mucho, hablamos de amor romántico, lo mejor para que esa persona venga a nosotros es tratarla con desdén. Directamente no hacerla ni caso. Acaso tiene razón ella y resulta que cuanto menos caso nos hacen más nos gusta la otra persona. ¿Será cierto que el desdén puede traerte hasta tu puerta a la persona amada?


Lo primero, para situar al personal, es dar la definición exacta de la palabra desdén. RAE para que te quiero!!!!


Desdén (de desdeño)
  1.- M. indiferencia y despego que denota menosprecio.
  2.-…Estas otras vainas no nos interesan


Total, que según la RAE tratar con desdén a alguien es tratarlo con indiferencia y despego pero encima menospreciándole.
¿Significa esto que cuanto más perras seamos con el hombre que nos gusta, y cuanto más indiferencia finjamos, más atraído se va a sentir él? Según ella, SI.


Ahora bien, si esa es la teoría, solo queda ponerla en práctica. Es en ese momento cuando te acuerdas de la universidad y piensas en lo sencillo que era aprenderse la teoría y que complicado era luego aplicarla al problema en particular.


Lo primero que sucede es que no sabes donde termina el desdén y empieza la grosería y la mala educación. Tratar con menosprecio a alguien puede llegar a ser muy heavy y traer las consecuencias diametralmente opuestas a las que esperamos conseguir.  Así que la pregunta es: ¿hasta donde estiro la cuerda? La respuesta es obvia, estira pero no la rompas. Ese es el punto de no retorno y si lo sobrepasas te quedaras compuesta y con todo tu desdén a cuestas.


Hasta aquí la teoría, vamos a ponerla en práctica.
¿Cuáles son las estratégias que conllevan desdén? O dicho de otra forma, ¿Qué hacer para tratar al hombre que nos gusta con desdén?
 
1.- Si nos encontramos con él por la calle de casualidad, aunque estemos dando un simple paseo y no tengamos nada que hacer en toda la santa tarde, fingiremos  que vamos con muchísima prisa y que nos hemos parado a saludarle por pura cortesía pero enseguida alegaremos que tenemos mucha urgencia y nos iremos. Jamás, y digo jamás, plantearemos tomarnos un café o una cerveza con él y por encima de todo nunca le invitaremos a pasear con nosotras.

 2.- Nunca responderemos a un mail suyo al momento, ni siquiera ese mismo día, si acaso al día siguiente.

 3.- No llamarle. Que sea él quien nos llame, y a ser posible no contestaremos a la llamada, sino que la dejaremos pasar y la devolveremos horas más tarde o incluso al día siguiente.

 4.- Nada de SMS o Whatsapp. Prohibido. Y si nos llega un SMS suyo, actuaremos de la misma manera que si nos hubiera mandado un mail.

 5.- Si nos encontramos en el mismo grupo de gente, no seremos nosotras quienes vayamos a saludarle. Tendremos que esperar pacientemente a que sea él quien venga a saludarnos. Y cuando lo haga, fingiremos que ni esperábamos siquiera verle y que su presencia se reduce a una mera casualidad con la que tenemos que convivir. Nunca iniciaremos una conversación y si él lo hace, le atenderemos con educación pero sin mostrar que eso nos hace los seres más felices sobre la tierra en ese momento. Si durante la conversación aparece otro amigo, mejor hombre que mujer, soltaremos una disculpa vana y correremos a saludar al otro individuo. Y una vez saludado, no volveremos al lado del chico en cuestión. Esto debería de dejar claro que nos importa poco lo que nos estaba contando.
 
6.- Y por encima de todo, jamás, jamás, jamás le propondremos un plan.
Si  seguimos estos consejos y alguno más de nuestra propia cosecha, se supone, y digo se supone, que científicamente no está probado, el desdichado se sentirá rechazado y por alguna razón mágica se sentirá atraído.

No lo he probado. Esto es solo la teoría y algunos ejemplos prácticos que he deducido de mis conversaciones con mi amiga. Si  sirve o no para “cazar” al hombre que nos gusta, es algo que cada una tendrá que averiguar por su cuenta.

Pero bien es cierto, y sirva como reflexión final, que cuando algo que nos gusta nos resulta inalcanzable  tiende con el tiempo a volverse una obsesión, y el conseguirlo una de nuestras metas. Pero  esto, conseguir al hombre de nuestros sueños, es una carrera de fondo y si al final no aplicamos correctamente la táctica del desdén, podemos terminar desfondadas y más solas que la una. En esto del amor y las relaciones, toda estrategia termina siendo un arma de doble filo.

6 comentarios:

  1. Es cierto que los hombres poseemos un espíritu depredador en relación a las conquistas sexuales: una vez cazada la presa, el interés desaparece por completo.

    Pero cuando por alguna de las dos partes solo busca satisfacer esa necesidad sexual, ese instinto y ese desenlace (es decir, dejar morir la relación) es lo mejor que puede pasar, en mi opinión. No tiene ningún sentido mantener viva una relación en la que una de las dos partes no tiene ningún tipo de interés (más allá del sexo ocasional).

    Y yo debo de ser muy iluso o muy imbécil (una de las dos cosas seguro), pero ¿crees que una relación que empieza con menosprecio y mentiras puede ir a algún sitio?

    Si solo hablamos de sexo me callo. Pero tú has mencionado la búsqueda del amor romántico, y hay algo entonces en todo el discurso de tu amiga que me chirría bastante...

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  2. Te dejo otra reflexión para ver si me explico mejor.

    ¿no crees que con todo esto de la liberación de la mujer, la liberación sexual y todo el percal, os lo hemos puesto demasiado fácil a los hombres?

    ¿no se supone que aquello que se consigue con mayor esfuerzo "sabe" mejor?

    Los tiros van un poco por ahi...no se trata de tratar mal a nadie ni de mentir descaradamente. Pero poner las cosas un poco menos fáciles y hacer que los hombres vuelvan a curarselo un poco no hace mal a nadie.

    De todas formas, esta era una entrada de lo más superficial...lo reconozco.

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  3. Creo Da5id que no consiste en tratar mal a nadie ni mentir, es simplemente ponerle las cosas un poco mas difíciles, que no porque el siempre te diga ven, vayas a ir corriendo, es hacerse desear un poquito no?

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  4. Recomiendo encarecidamente la siguiente lectura:

    http://www.derechosdeloshombres.blogspot.com.es/2013/01/negacion-plausible-y-abuso.html

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    1. Gracias por la lectura. Estoy bastante de acuerdo con lo que en ella se expresa.
      No soy partidaria de utilizar el desdén o cualquier otra arma, pero mi experiencia, escasa por otro lado, me induce a pensar que ser clara y comentar lo que se piensa, aunque sea algo tan simple como decir "me apetece conocerte, me pareces muy interesante", lleva normalmente a la otra parte a salir corriendo como alma que lleva el diablo.

      No es fácil ser sincera o expresar tranquilamente lo que te esta pasando sin correr el riesgo de que el hombre se asuste.

      A veces parece que por haber tenido una cita agradable, o un sexo cojonudo con un hombre, y decirlo, es como estar diciendo que estamos enamoradas hasta el tuetano.

      Parece demencial, por esa es mi experiencia y aunque no pongo en practica esta tonteria del desden, si entiendo que haya mujeres que lo usen. Al fin y al cabo es una forma simple de auto protegerse, porque un no aunque solo haya habido una cita, siempre duele.

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    2. estoy totalmente deacuerdo contigo, los hombres suelen asustarse y correr en sentido opuesto al tuyo incluso cuando no les dices nada por no asustarlos pero... si ellos ven, sienten o creen que has estado demasiado agusto a su lado huyen, por si las moscas...
      esto del desden yo creo también que es un poco de autoprotección, una forma de ir enfriándonos poco a poco asi si no consigues atraerlo, almenos duele menos, supongo...

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