domingo, 5 de septiembre de 2010

Pintor de brocha gorda.

Mi padre, carnicero de profesión, ebanista frustrado y ahora metido a pintor, de brocha gorda, no vayamos a confundir términos.
Se ha liado la manta a la cabeza y ha decidido ahorrarse unos duros y pintar el solito toda la casa. El intento le honra y además hay que decir que lo esta haciendo muy bien y que esta quedando genial.

Hasta esta mañana, que nos ha puesto el corazón en la boca y hemos pensado que se había caído de la escalera y se había abierto la crisma. Hay que decirlo claramente, mi padre es un poco quejica, bastante hipocondriaco y negativo hasta la saciedad, así que cuando le hemos oído gritar y quejarse nos hemos puesto en lo peor. Mi madre y yo estábamos en la terraza, y hemos salido escopeteadas hacia el dormitorio. Alivio es lo primero que he sentido y después una risa incontrolable que ha hecho que fuera corriendo a por mi cámara para intentar inmortalizar la escena.

Blanco, de los pies a la cabeza. Eso le pasa por intrusismo profesional.





1 comentario:

  1. menos mal que no estamos hay...porque ojo!!hermano,como le digo a Sandra,no hagas de Picaso"ya eso si si tiras la pintura de golpe a la parez,terminas antes,y el resultado lo mismo era bueno y sobre todo original!!!oye,se quita bien?si no,depilacion en seco...jajajaja.!!!!que suave Mary!!Tino dice" que es lo que esta haciendo"!!hermano,que no estas para estas cosas....jajaja

    ResponderEliminar