sábado, 26 de noviembre de 2011

Esta noche he soñado con Pierre

Ha sido un sueño muy real porque cuando me he despertado aun conservaba esa sensación en la piel de cuando alguien te está mirando y está atravesando la piel para llegarte hasta el corazón.

Estaba esperando en la parada del autobús que cojo normalmente para ir al centro de Madrid. Aun con el sueño fresco no consigo reconocer que parada era. Subía al autobús y pedía un billete para Madrid, 2,10€. El tardaba en dármelo. Yo veía que estaba escribiendo algo en el billete, pero en la falta de cordura que tienen los sueños, ni siquera le preguntaba que estaba escribiendo, es más, creo que no me pareció ni raro. No me fije en él. Me dio el billete, avance por el pasillo y cuando me lo fui a guardar en el bolsillo me di cuenta que había algo escrito.

"Me llamo Pierre. Y creo que no voy a poder dejar de mirarte"

El billete, un trozo de papel de apenas 4x4 centímetros, llevaba escrito también un número de teléfono.

Me giré, con el corazón palpitando deprisa en mi garganta y efectivamente, se había girado en el asiento y me estaba mirando. No era precisamente el tipo de hombre que pueda llamarme la atención. Era castaño, con el pelo algo largo, pero no lo suficiente como para decir que tenía el pelo largo. Lo que me llevo a dejar de respirar por un momento y pensar que no volvería a hacerlo nunca más fueron sus ojos de un azul eléctrico y tan intensos que por un momento no vi nada más.

Creo que una vez comprobado el efecto que había causado en mi, se giró y arrancó el autobús para seguir con el recorrido. Yo me quede plantada sin poder moverme en mitad del pasillo. Era incapaz de dar un solo paso. Ni hacia delante, ni hacia atrás. Era como si mi cuerpo, mis músculos, mis nervios y mis tendones fueran de piedra. No respondían a los impulsos de mi cerebro. Y entonces él hizo lo que había prometido que haría en aquel trocito de papel. Me miró por el espejo interior del autobús y entonces supe, incluso ahora recién levantada lo sigo sintiendo, que me había rendido incluso antes de haber presentado batalla alguna.

Cuando llegué al intercambiador de Príncipe Pío en Madrid, bajé del autobús. No pude resistirme a mirar hacía su lugar antes de bajar y seguía mirándome. Siento incluso ahora, después de haberme despertado hace ya un rato, el esfuerzo que tuve que hacer para bajar de aquel autobús. Era como si hubiera una fuerza invisible que me impidiera atravesar la puerta trasera del autobús para salir a la libertad. Pero baje.

No recuerdo mucho de la parte intermedia del sueño. Esta algo borrosa y se que aparecían antiguos amigos del barrio. Gente a la que hace mucho tiempo que no veo y que no se que es de sus vidas. Esta última parte esta mucho más difusa que la primera, pero recuerdo haber subido con esos amigos a un autobús y se que lo conducía Pierre y se que yo le devolvía el billete de autobús con mi número de teléfono. Él me volvía a mirar con esos ojos azules tan bonitos, pero la sensación de impulso eléctrico se había diluido.

Recuerdo, sin tanta precisión, que a veces desconectaba de la conversación de mis compañeros de viaje para mirar al espejo del conductor, pero esta vez él ya no miraba. La sensación de decepción por no ver sus ojos reflejados en el espejo si la recuerdo.

Dos autobuses distintos, la misma persona y dos sensaciones tan contrarias. Probablemente sea una escéptica, pero no creo que exista nadie real que consiga hacerme sentir esa sensación de estar entregada y vendida como lo he sentido esta noche en mi sueño. Y es que al fin y al cabo, los sueños, sueños son.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Mercado

Iba esta tarde en el coche tranquilamente escuchando la radio cuando he decidio poner RNE1. A esa hora (5 aprox.) esta el programa de Asuntos Propios de Toni Garrido. Lo pongo porque a parte de ser bastante interesante, el presentador me pone muchísimo. Tiene una voz impresionante. Pero yo no quería hablar de esto en esta entrada.
El caso es que hoy cuando lo he puesto, estaba un oyente hablando. No se quien era porque me he enchufado tarde, pero el caso es que estaba hablando de la prima de riesgo, los mercados y demás mandangas.
El oyente en cuestión tenía una idea que a él le parecía muy buena (quizás llega un economista y me tilda de loco - decía el hombre) y que a mi sinceramente, también me lo parecía hasta que me he puesto a cenar viendo el telediario.

La cuestión es la siguiente. Hoy la prima de riesgo española se ha quedado rozando los 500 puntos, creo que finalmente estaba en 459, pero vamos, punto arriba, punto abajo, eso es una barbaridad. ¿Qué significa esto? Pues bien, significa que nos sale caro financiarnos como país. Es decir, ahora que no tenemos un duro en las arcas públicas, si necesitamos dinero, devolverlo nos va a salir por un pico. Y claro no estamos hablando de un préstamo para comprar un coche o reformar el baño, estamos hablando de muchos, muchíiiiiiisimos millones, que hoy el estado Español ha pedido y se lo han prestado al 7%.

Si te pones a echar cálculos te mareas fijo. ¿Y quien decide si se nos presta el dinero más caro o menos caro? EL MERCADO. Tanto se ha repetido esta palabra en el rato que he ido conduciendo, que me he bajado del coche con la sensación de que El Mercado era un tipo gordo, con una camisa hawaina, sentado detrás de un escritorio cutre, con una caja de pizza encima, oliendo a rancio y con un fajo de dinero en cada mano. Horrible imagen. Pero no deja de ser más o menos la realidad. El Mercado dicta que países son más solventes y cuales no. ¿Basandose en qué? En su propio beneficio. En el propio beneficio de el Mercado, de las empresas y los especuladores que lo manejan. Yo sigo sin ponerle nombre al Mercado. El caso y para no enfarrangarme mucho, lo que venía a decir el oyente era que en vez de pedir prestados, digamos, 3500 millones a un 7% de interés, porque no las grandes empresas con beneficios de este país, que todavía las hay, vease Telefonica, Santander, BBVA, IBM...etc, porque no podían ser ellas, las que en un alarde de patriotismo (que debería de haber más en este país y no solo cuando juega la Roja) nos prestasen el dinero  más barato, al 1%, al 2%.
De esta manera, decía el oyente, le hacíamos un corte de mangas al Mercado (se le iba a atragantar la pizza) y dejábamos de estar en sus especulativas manos. Seguia conduciendo y la verdad es que cada vez me gustaba más la idea de este hombre. Darle la vuelta a la tortilla (de patatas, que para eso somos españoles), hacerle un quiebro al Mercado y mandar a todos los especuladores a tomar por culo. ¡Que esto es España!
¡Spain is different! Se iban a enterar... Emocionada estaba, escuchando al hombre este.

Me parecía una idea simpleza impactante y a la vez de un calado increíble. Dejar de lado al Mercado. Sacar pecho como españoles que somos y autofinanciarnos nosotros mismos. Que ese ramillete de buenas empresas que tenemos en este país, que si señores, que aquí también sabemos hacer las cosas bien y tener grandes multinacionales, que esas empresas nos sacaran de este hoyo en donde el puto Mercado se empeña en meternos.

Me he bajado del coche pensando, "hay que ver...que buenas ideas hay por ahí y que poco caso se hace a la gente". Oye y tan feliz que me he puesto a recoger la casa un poco, y hacer unas magdalenas, hasta que me he sentado a cenar y he puesto las noticias...

Noticia sobre la prima de riesgo, el dineral que ha tenido que pedir el estado y los intereses por las nubes que vamos a tener que pagar (no pierdan de vista que esos intereses se van a devolver quitándolos de la sanidad, la educación, infraestructuras...que el dinero no crece en los árboles).
¡Bien! Hoy voy a entender la noticia gracias al programa... Pero jooooder! Casi me ahogo con el pedazo de queso que me estaba comiendo cuando me he enterado que la mayoría del dinero que ha pedido el Estado provenía de empresas privadas españolas, entre las cuales se encontraban los dos grandes bancos de este país...Y de patriotismo nada de nada!!!! Que nos van a cobrar los intereses al 7%!!!!

Me ha encantado oír al oyente esta tarde, de veras, pero sí caballero, tenía usted razón cuando decía que lo mismo estaba planteando una insensatez. Pues bien, no era una insensatez, por lo menos para mi que le estaba escuchando. Es una insensatez para todo esa gentuza que representa a El Mercado, porque no llevan camisa hawaina, van con traje de Armani, pero son tan cerdos y con tan pocos escrúpulos como el tío que yo me he imaginado detrás del escritorio roñoso.

Me voy a dormir, que afortunadamente mañana trabajo y no todo el mundo en este país (sin patrioticos) puede decir lo mismo...

viernes, 11 de noviembre de 2011

El peor sitio del mundo para conocer un hombre...

... Sin lugar a dudas, la consulta del ginecólogo.

Rodeada de mujeres, futuras parturientas y otras que solo van a la consulta rutinaria. Los pocos hombres que había hoy allí no eran más que los pobres padres de las criaturas que están por llegar. Conclusión: Imposible cruzarte con el hombre de tu vida allí...¿o no?

lunes, 7 de noviembre de 2011

La RAE de las RAErezas (III)

Nueva entrada de la RAE de las RAErezas y esta vez tengo que darle las gracias a un compañero de trabajo que me ha servido el palabro en bandeja en una aburrida reunión de trabajo.

No tengo muy claro de que estabamos hablando en dicha reunión. No debía de ser muy importante o lo mismo sí, pero entonces seguro que era muy aburrido. El caso es que el compañero ha soltado el palabro en cuestión: Pregiñado.

No me hace falta deciros las risas que ha habido en la reunión. No hacía falta ir a la RAE, estaba claro que el palabro tenía significado propio mas alla de lo que diga la academía de la lengua española.

pregiñado.
(De perguiñar).

1. tr. coloq. Precagar. Cagar un trabajo antes de haberlo comenzado.


Obviamente no existe semejante palabra en la RAE. Buscando lo más parecido que he encontrado es lo siguiente:
pergeñar.

(De pergeño).

1. tr. coloq. Disponer o ejecutar algo con más o menos habilidad.


Y es que al final se trataba de eso...de decirnos que la habíamos cagado y que desde luego no tenemos ni la menor habilidad para hacer lo que estamos haciendo.


 


domingo, 6 de noviembre de 2011

Una entrada sin mucho sentido...creo.

Voy a pedir de antemano disculpas por como pueda salir esta entrada. Quiero expresar un montón de cosas y probablemente me salgan de manera atropellada y sin mucho sentido.

Pocas  veces en mi vida me he agobiado de la manera que lo hice el fin de semana pasado. Quizás el problema estuvo en que tuve casi cinco horas para pensar mientras conducía y eso que iba acompañada, pero me dio por pensar y eso es malísimo.

El caso es que por alguna razón he centrado mis esfuerzos y mi tiempo en una persona y me he olvidado del resto. Cuando me di cuenta de eso el domingo me asuste muchísimo porque la situación se parecía demasiado a lo que me ocurrió años atrás cuando aun estaba saliendo con mi novio de entonces.
Si algo bueno tengo en mi vida es la cantidad de buenos amigos que tengo. Y digo buenos y digo amigos porque son eso, muy buenos amigos. Nada de conocidos o compañeros de trabajo, son AMIGOS con mayúsculas. Pero me di cuenta que parecía que hacía siglos que no los veía. Me dí cuenta que no sabía si estaban bien o mal, y eso me dio mucho miedo.

Eso de no saber de la gente que más te importa ya me paso y no es una sensación agradable cuando te das cuenta. De repente descubres que te has alejado y remar contracorriente para volver suele resultar complicado. No quiero desconectarme otra vez de todos ellos, porque reconozco aunque suene egoísta, que son ellos los que me cargan las pilas. Son ellos con sus abrazos estupendos los que me reconfortan de tal manera que no tenerlos o tenerlos lejos me produce una sensación de vacío que me resulta insoportable.

Este fin de semana he pasado todo el rato que he podido con ellos y reconozco que hoy estoy mucho mejor. Todo esto ya lo he dicho iba a sonar muy egoísta, pero así son las cosas. Los nuevos amigos han de compartir el tiempo con los de siempre y hay que hacer un esfuerzo, que a veces no es pequeño, para hacerles un hueco a todos ellos en la vida. Los que te salvaron y los que te salvan todos los días merecen el mismo trato. La vida nos lleva por caminos diferentes, nos separa en el tiempo y en el espacio, pero tenemos que luchar contra esa tendencia para encontrar puntos de encuentro donde volver a saludarnos, donde volver a abrazarnos. Puntos de encuentro en el camino para mirar atrás y recordar el camino en común que hemos llevado, para rememorar los demás puntos de encuentro que hemos conseguido convertir en tardes maravillosas de risas.  El camino en común quizás ya no es posible, porque es cierto que ahora lo recorro con otras personas, pero volver a encontrarnos es lo más maravilloso que tenemos y no se debe perder en el tiempo, porque son ellos los que mejor me conocen, los que han vivido conmigo los momentos más duros y los que me han levantado las veces que he caído y solo por eso se merecen un sitio privilegiado en mi vitrina de trofeos. Porque su amistad es el mejor premio en esta carrera. Y porque su lealtad y el haberme demostrado año tras año que estarán ahí siempre que los necesite, se merece el mayor de los reconocimientos. Por esto y por todo lo que tenga que venir, siempre serán parte privilegiada de mi vida.

Gracias a todos, a los viejos y a los nuevos, por hacer mi vida más fácil, por hacer al fin de cuentas que este camino sea un paseo lleno de sombras frescas en las que cobijarme del duro sol que a veces pega demasiado fuerte.