sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad!

En estos días, aunque no seas creyente, te invade una especie de espíritu ñoño y empalagoso que hace que hasta los más rancios parezcan un poco más dulces.

Pero no nos dejemos llevar a engaños. Esa oleada de "amor" que parece que recorre el mundo no deja de ser fruto de un merchandising brutal llevado a cabo por las grandes marcas comerciales. Parece que nos apeteciera correr al lado de nuestra familia cuando vemos el anuncio de turrón a pesar de que el resto del año renegamos de ella sin parar.

No, no me gusta mucho la Navidad lo reconozco. Soy demasiado práctica para dejarme llevar por todo esto. Creo que la Navidad debería de ir más allá de las tres o cuatro semanas en la que nos deja estúpidos y con poco margen de maniobra. Habría que esquivar ese sentido y espíritu consumista para intentar llevar la Navidad a su verdadero lugar. Habría que intentar que todos los días del año fueran Navidad. Que las buenas obras y las recaudaciones de dinero y donaciones que en estos días invaden las calles y la televisión se prolongaran durante todo el año.

Y como es Navidad y todo el mundo pide deseos, ahí van los mios:
Que ese paseante de la Puerta del Sol que da 5 euros para los voluntarios que contra el frío recogen dinero para Médicos sin fronteras, lo hiciera todos los meses del año. Que las galas benéficas de estos días, no se centraran solo en crear una escuela en Perú, sino que intentaran que esos mismos "ricos" la mantuvieran a lo largo de los años. Que tengamos presentes a los más desfavorecidos los 365 días del año y no solo ahora y porque es Navidad. Que dar sin esperar nada a cambio no sea solo una actitud de estas fechas. Que los que no tienen nada que comer, no solo en Navidad, sino todos los días del año estén presentes hoy y todos los días en nuestros pensamientos. Que la gente abra los ojos y vea que al lado suyo, en su calle, en su barrio, en su misma ciudad hay un montón de personas que viven una realidad muy alejada de las luces y los dulces navideños. Que ojala la gente pudiera pararse cualquier día del año y comprobar que la historia que hay detrás de esas personas no es algo que no pueda pasarnos a cualquiera.

No deseo nada más, bueno sí, volver a ver a mi Bollo este año que entra.

1 comentario:

  1. Hace tiempo que no escribes y, sinceramente, me da pena. Tus palabras son el reflejo de los pensamientos de mucha gente.
    Ojala dentro de poco, entre y haya un nuevo post!

    Gracias por tu blog

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