domingo, 3 de marzo de 2013

Whatsapp

Buenas tardes de Domingo.

Iba a escribir sobre todo el amor que vi ayer en el cumpleaños de mi amiga Paz, pero un absurdo error de una persona a la que no conozco me acaba de arrancar una sonrisa.

Me ha llegado un whatsapp de una persona que no conocía. Le he dicho amablemente que no le conocía. El, le llamaremos Mini de ahora en adelante, me ha dicho que si yo era Ruth. A lo que obviamente he contestado que no.

Le he dicho que no era su Ruth. Mini me ha contestado que no era Su Ruth, que solo son amigos y que aprovechaba la confusión para decirme que yo era más guapa y que tenía los ojos más bonitos.

La gracia esta en que mi foto de perfil del whatsapp es con unas gafas a lo mosca que no se me ve más que boca. Pero la gracia me ha levantado la moral,  y me ha echo soltar una carcajada.
Ahora afirma ser un payaso y que arrancar sonrisas es su especialidad y que me da tres opciones. Os las copio literal.

1.- Me pones NO, te borro en un plis y nos dejamos de risas.
2.- Me pones OK, y no espero a mañana para hacerte reir.
3.- No pones nada, yo lo dejo por hoy y mañana pruebo lo de la sonrisa.

Y antes de elegir mi opción he decidido hacerle una pregunta.
¿De que color son mis ojos?

Y ha acertado con la respuesta, son marrones.

Pero obviamente o me conoce y me esta vacilando, o ha elegido la opción más probable.
Aun así, sea lo uno o lo otro se lo voy a perdonar. Me estoy riendo un rato y me ha dado pie a una entrada estupenda para mi blog.

Iba a terminar escribiendo sobre el chico del no-mail y asi por lo menos he conseguido desviar un poco mi atención del tema. Siento que ando un poco obsesionada. He de decir que al final no escribió. Ni el jueves, ni el viernes, ni el lunes. Llego el martes y ya no pude más, así que le escribí.

La respuesta no me gustó. No me había escrito, porque se había olvidado. ¿Cómo se te queda el cuerpo después de eso? No entiendes que tu desees que llegue un mail y que la persona que te lo tiene que mandar no se acuerde de hacerlo. Es ridículo, pero así fue.

Ahora bien, a mi a cabezota no me gana nadie. Así que no le di mas opción y le dije que quedara conmigo esa misma tarde. Y así fue. Quedamos después del curro. Y estuvo bien, muy bien. La verdad es que estuvimos a gusto, muy a gusto. Pero yo le deje bien claro que si quería volver a quedar tenía que salir de él. Y en esas me hayo. Esperando.

¿Si creo que escribirá? Pues la verdad es que no. Pero mañana es lunes y lo que más me apetece hacer es abrir el mail y ver si mantener la esperanza tiene o no tiene sentido.


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